El dulzor de unos arándanos maduros, la suavidad de una magdalena con un toque cítrico, os prometo que os encantará. Es un dulce perfecto para una calurosa mañana o tarde de verano y, a parte de estar buenísimo, es muy fácil y rápido de hacer.
Si no os gustan los arándanos o no los encontráis (en algunos supermercados los puedes encontrar frescos en las neveras de la parte de frutería o también sirven si los encontráis congelados) podéis sustituirlos por otros frutos similares como son las moras o las frambuesas.
Así que ya no tenéis excusa para hacer estos increíbles muffins, además si tenéis en casa a los peques de la casa podéis aprovechar para que os ayuden, de esta manera les acercaréis al mundo de la cocina y de la comida sana, seguro que les encantará.
Vamos con la receta...
Ingredientes (para 9 muffins):
- 240 gr de harina tamizada
- 100 gr de azúcar
- 1 cucharadita y media de levadura
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- 1 huevo
- 60 ml de aceite
- 180 ml de buttermilk ( Si no encontráis buttermilk comercial, ponéis 180 ml de leche entera con una cucharada de limón en un recipiente y lo dejáis reposar durante unos 10-15 minutos hasta que se corte, yo lo suelo hacer antes de preparar el resto de ingredientes)
- 150 gr de arándanos
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 pizca de sal
En un bol ponemos todos los ingredientes secos (la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato, la ralladura de limón y la pizca de sal) y mezclamos.
Añadimos los arándanos y mezclamos todo hasta conseguir que se queden un poco cubiertos de la mezcla de los ingredientes secos.
Por otro lado mezclamos todos los ingredientes líquidos (los huevos batidos, el aceite, el buttermilk y la vainilla), puede que no se nos quede del todo uniforme ya que al ser una receta que contiene aceite no se mezclará bien con el resto de los ingredientes líquidos.
Añadimos nuestra mezcla líquida a los ingredientes secos con los arándanos y, con ayuda de una espátula, mezclamos bien hasta conseguir una masa sedosa y homogénea.
A continuación, escogemos unas cápsulas de magdalena, en este caso os recomiendo utilizar unas cápsulas grandes y un poco más altas que las que solemos utilizar para postres estilo cupcakes, ya que queremos unos muffins altos.
Ponemos nuestras cápsulas en una bandeja para cupcakes o muffins y las rellenamos 3/4 partes con nuestra masa.
Si queréis darle un toque más dulzón podéis ponerle un poco de azúcar por encima.
Metemos nuestras magdalenas en el horno durante unos 20 minutos, podemos comprobar si están listas cuando al introducir un palillo salga completamente limpio, también observaréis que cogen un bonito color dorado.
Cuando estén listas las sacamos del horno, las dejamos reposar unos minutos en el molde y después las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Y ya tenemos nuestras muffins de arándanos listas.
¿Un bocado?
Espero que os gusten y estoy segura de que os salen deliciosas :)
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