Para quién no la conozcáis se trata de un bollo tradicional de Mallorca, es una masa azucarada a la que hay que darle una larga fermentación para conseguir un resultado perfecto. Es típico rellenar las ensaimadas de crema, cabello de ángel o nata, pero también es un dulce perfecto para acompañar un buen café, chocolate o ahora que estamos en verano, una horchata bien fresquita.
Cómo ya os he dicho la ensaimada es una masa azucarada que lleva huevos, masa madre, harina de fuerza, azúcar, agua, levadura y manteca de cerdo, este ingrediente puede que os sorprenda un poco, a mí me resultó raro usarlo ya que cuando estaba haciendo la receta tenía miedo de que se quedase el sabor de la manteca en las ensaimadas, pero tranquilos que esto no va a pasar, cuando la probéis os sabrá a ensaimada y ni os acordaréis de la manteca de cerdo.
Para esta receta os quiero dar un par de consejos, el primero es que la empecéis por la noche y las horneéis al día siguiente, esto es porque necesitan al menos 12 horas de reposo una vez formadas, así que para evitar esperar os recomiendo que las dejéis fermentar toda la noche y por la mañana ya estarán listas. El segundo consejo es que seáis delicados, no es una receta difícil, pero sí que necesita de un poco de maña para no romper la masa ya que necesitaremos conseguir que se quede muy fina.
Bueno vamos con la receta...
Ingredientes para la masa madre:
- 10 ml de agua
- 10 gr de levadura
- 20 gr de harina de fuerza
Ingredientes para la masa:
- 350 gr de harina de fuerza
- Masa madre (la bolita que hemos preparado antes)
- 120 gr de azúcar
- 150 ml de agua
- 12 gr de levadura fresca
- 1 huevo
- Manteca de cerdo
En un recipiente mezclamos la levadura y el agua templada, y lo añadimos a los huevos batidos.
Añadimos la masa madre y la harina, mezclamos y amasamos.
Si tenemos una amasadora estilo Kitchen Aid, amasamos a velocidad baja durante unos 30 minutos hasta conseguir una masa elástica y homogénea. Si lo vamos a hacer a mano ponemos empezar a amasar en un bol y cuando tengamos una masa que podamos manejar pasamos a un banco de trabajo, amasamos hasta conseguir el mismo resultado. Si la masa se os pega a la mesa no añadáis más harina, utilizar aceite, ya que añadir más harina puede alterar el resultado.
Si no queréis amasar durante tanto tiempo, un truco es amasar un par de minutos y dejar reposar unos 10, esto se repite tantas veces como sea necesario y conseguiremos el mismo resultado.
Una prueba para saber cuando está lista es coger una porción de masa y estirarla con los dedos para ver si es lo suficientemente elástica ya que no debe romperse a pesar de que la tensemos con los dedos.
Dejamos reposar la masa durante una media hora para poderla manejar mejor.
Una vez transcurrido el tiempo hacemos porciones de unos 125 gr, aunque esto es al gusto, ya que dependerá del tamaño que queramos darle nuestras ensaimadas.
Podemos dejar reposar unos 10 minutos las porciones para que nos resulte más fácil formar las ensaimadas.
Una vez transcurrido el tiempo, cogemos una porción y con la ayuda del rodillo le damos forma rectangular, tiene que quedar bastante fina.
En este momento, añadimos una capa fina de manteca de cerdo sobre nuestra masa.
Ahora viene el momento delicado, poco a poco, cogemos el borde de la masa y con la yema de los dedos estiramos de ella consiguiendo que cada vez sea más fina. Hacemos esto con toda la masa hasta conseguir que duplique su tamaño.
Una vez tengamos estirada toda la masa, vamos poco a poco doblando el borde sobre si mismo y lo hacemos así hasta conseguir un rollo.
Podemos dejar reposar un poco la masa cómo en la última foto antes de formar nuestra ensaimada, ya que nos será más fácil si ha reposado antes.
Cogemos nuestro rollo y con suavidad intentamos estirarlo un poco para hacerlo más largo. Una vez tenga el tamaño deseado lo ponemos sobre papel de horno en forma de espiral, tenemos que intentar dejar un espacio interno de aproximadamente dos dedos ya que esta masa va a crecer durante el reposo.
Dejamos reposar durante al menos 12 h en un lugar a temperatura ambiente y sin corrientes.
Cuando haya pasado el tiempo de reposo veremos como nuestra masa ha crecido bastante.
Precalentamos el horno durante unos 15 minutos a 180º. Horneamos a esa misma temperatura durante unos 7 minutos, pero todo depende de vuestro horno, el truco es dejarlas hasta que adquieran un color dorado.
Una vez listas las dejamos enfriar y les espolvoreamos con la ayuda de un colador o tamizador el azúcar glas, al gusto.
Y con esto ya tenemos nuestras ensaimadas caseras preparadas. Podéis ponerle el relleno que más os guste o coméroslas así, están deliciosas.
¿Un trocito?
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